Arrancan en la Preparatoria 17 las Jornadas de Orientación Educativa y Tutorías del SEMS

Con actividades este jueves 4 y viernes 5 de julio se abordará el vínculo educativo entre la escuela y la familia para favorecer el desarrollo de las y los alumnos

El desarrollo de la figura de orientación educativa debe servir como una suerte de puente para que todos los involucrados en el proceso formativo de los adolescentes —escuela y familia— en su tránsito durante el bachillerato estén involucrados; esto lo puntualizó la doctora Alejandra Infante Blanco, psicóloga y candidata a investigadora por el Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNII) quien ofreció la conferencia inaugural “Implicación familiar en el bachillerato. Una estrategia para favorecer la permanencia”, con la que arrancaron las Jornadas de Formación y Actualización de Orientadores Educativos y Tutores de Prepas UDG.
Durante su intervención, Infante Blanco destacó que el nivel de estudios de la media superior es uno de los menos intervenidos por la investigación educativa, a pesar de las necesidades que se presentan en esta etapa, puesto que es cuando las y los jóvenes desarrollan la consciencia tanto de la independencia como la propia dependencia hacia sus familias; de igual forma se viven otros procesos que van desde el involucramiento de los propios padres hasta la permisión de la autonomía por lo que naturalmente se experimenta en el proceso.
Acerca de la permanencia educativa, expuso que el bachillerato es el momento donde los jóvenes que desertan abandonan los estudios, a pesar de ser un nivel que ha subido a la categoría de obligatoriedad, por lo que llamó a las y los orientadores educativos y tutores a que en la medida de lo posible apliquen estrategias de involucramiento familiar con el proceso educativo de los jóvenes con la intención de evitar nutrir dicha estadística.
“El vínculo que se tiene con las familias a lo largo del bachillerato no será el mismo durante todo el periodo. Esto puede ser por dos razones, la primera se ha superado la etapa de adaptación; por otro lado, los padres se van sintiendo incapacitados para estar cercanos. ¿Qué hacer cuando el hijo o la hija tiene una duda sobre Química y el padre no sabe atenderla? Es ahí donde entra este asunto. No hay que quedarnos con la idea de que las familias no apoyan”.
Agregó que: “La formación de bachillerato debe ser compartida. Impulsemos a que nuestros planteles no tracen esa relación solo a través de temas muy institucionales. Vayamos más a los asuntos relacionales o de vínculo. Podemos acercar a la familia desde el deporte, la convivencia, que no sea sólo el tema de la calificación. Es necesario reforzar otros pilares para hablar de relaciones más sanas”.
Subrayó que lo que sí hacen las familias y es de reconocer, es: el otorgar el sustento material, el brindar apoyo académico, ofrecer acompañamiento emocional, buscar construcción de espacios de diálogo e incluso aplicar un seguimiento conductual. Esto, dijo, se hace a partir incluso de la inconsciencia y de manera cotidiana.
“El valor de la educación en las familias sigue bajo ciertas premisas, como: «La escuela te abre caminos» o «te lleva a ser alguien en la vida». Para las familias la escuela sigue siendo la posibilidad de una movilidad social. Pese a todas las desigualdades, esto sigue permeando. Hay que ser conscientes de que el crecimiento en la cobertura de bachillerato se debe también a que las familias siguen ahí”.
Entre los estilos de participación familiar en el bachillerato que Alejandra Infante destacó se encuentran: Las que no asisten a la escuela, las que asisten cuando les convoca una urgencia, las que asisten de manera regular, las que asisten siempre y están pendientes de la formación del bachiller.
En ese sentido concluyó que lo que se busca visibilizar es la existencia de diversas realidades. “Hay un poquito de todo. No podemos pedir que el involucramiento o la participación sea homogénea entre las familias. Estamos llamados a reconocer la diversidad y proponer las prácticas de involucramiento a partir de la misma diversidad. Esto nos lleva a reflexionar que la participación de las familias no puede ser igual para todas”.
Sentenció que esto se puede lograr con la figura sólida del tutor/orientador que estén comprometidos y propongan alternativas para llevar la relación familia-escuela a partir de ideas novedosas para revitalizar la relación y hacerlo con creatividad y siendo conscientes de la realidad propia que viven las y los orientadores educativos y tutores, quienes están rebasados por la población estudiantil a la que atienden.
La conferencia “Implicación familiar en el bachillerato. Una estrategia para favorecer la permanencia” impartida por la doctora Alejandra Infante está basada en la investigación del mismo nombre (que se puede consultar a profundidad en el siguiente enlace: https://acortar.link/vSMi7O), misma que comparte autoría con la doctora Laura Elena Padilla González.
Las Jornadas de Formación y Actualización de Orientadores Educativos y Tutores del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) arrancaron este día en instalaciones de la Preparatoria 17, su culminación será el viernes 5 de julio. Durante el evento habrá charlas y talleres diversos, como: “la inteligencia emocional como factor de protección y prevención de conductas adictivas”, impartida mañana por la maestra Elizabeth Santos Lozano González; o la de “Estrategias de comunicación con padres de familia desde la orientación educativa y la tutoría”, a cargo del maestro José Manuel Rodríguez Ochoa.

 

  • Boletín Informativo No. 232
    Víctor Rivera
    Jueves 04 de Julio de 2024
    Guadalajara, Jalisco
    Fotografía: Jonatan Orozco